Érase una vez, en un bosque verde, vivía una pequeña tortuga llamada Timmy. Timmy era una tortuga curiosa a la que le encantaba explorar.

Cada mañana, Timmy salía de su acogedora casa para descubrir nuevos lugares. Le encantaba el olor a hierba fresca y el canto de los pájaros.

Un día soleado, Timmy conoció a una coneja llamada Rosie. Rosie era rápida y le encantaba saltar. “Hola, Timmy”, dijo. “¿Te gustaría jugar con migo?”

Timmy sonrió y dijo: “¡Sí, Rosie! Juguemos al escondite”. Rosie saltó para esconderse y Timmy empezó a contar.

“Uno, dos, tres…” Timmy contó lentamente. Cuando cumplió diez años, empezó a buscar a Rosie.

Timmy miró detrás de los árboles y arbustos. Finalmente, encontró a Rosie escondida bajo una hoja grande. “¡Te encontré, Rosie!” dijo felizmente.

Rosie se rió y dijo: “¡Eres bueno en este juego, Timmy!”. Jugaron toda la mañana hasta que se cansaron.

Por la tarde, Timmy y Rosie conocieron a un viejo y sabio búho llamado Ollie. A Ollie le encantaba contar historias.

“¿Puedes contarnos una historia, Ollie?” preguntó Timmy. Ollie asintió y comenzó a contar una historia sobre una pequeña tortuga valiente que salvó a sus amigos.

Timmy escuchó con atención. Le encantaban las historias sobre tortugas valientes. Soñaba con tener sus propias aventuras.

Al día siguiente, Timmy decidió explorar una nueva parte del bosque. Caminó y caminó hasta que llegó a un gran río.

Timmy nunca antes había visto un río. Se preguntó cómo podría cruzarlo. En ese momento, vio un pez amigable llamado Finn.

“Hola, Timmy”, dijo Finn. “¿Necesitas ayuda para cruzar el río?” Timmy asintió. “Sí, por favor”, dijo.Finn le dijo a Timmy que se subiera a su espalda. Timmy subió y Finn nadó con cuidado a través del río.Por otro lado, Timmy le agradeció a Finn. “Eres muy amable”, dijo. Finn sonrió y se alejó nadando.Timmy continuó su aventura. Encontró un hermoso prado lleno de flores de colores. Las mariposas danzaban a su alrededor.Timmy se sintió feliz y libre. Hizo nuevos amigos con las mariposas y jugó con ellas toda la tarde.Cuando el sol empezó a ponerse, Timmy decidió que era hora de volver a casa. Volvió sobre sus pasos con cuidado y cruzó nuevamente el río con la ayuda de Finn.Cuando Timmy regresó a casa, estaba cansado pero feliz. Le contó a su mamá sobre su emocionante día y sus nuevos amigos.La mamá de Timmy sonrió y dijo: “Eres una pequeña tortuga valiente, Timmy. Estoy orgullosa de ti”. Timmy se acurrucó en su caparazón, soñando con más aventuras por venir.El fin