Momotaro, el niño que nació de un melocotón, es una figura antigua e importante del folclore japonés. Nacido de forma mágica, por deseo de sus padres, el niño se convirtió en un valiente guerrero.Con gestos de compartir y de unidad, hizo amigos en el camino. Cuando llegó a la Isla de los Ogros, se dio cuenta de que sólo podría derrotarlos con la ayuda de los compañeros que reunió y, gracias a ellos, logró devolver el cuidado de la familia.
Había una vez un matrimonio de ancianos que se sentían muy solos porque no tenían hijos. Un día, se fue a la montaña a cortar leña, mientras su esposa iba a lavar ropa al río. Tan pronto como comenzó la tarea, la mujer notó que un melocotón grande flotaba en el agua. ¡Era, sin duda, la fruta más grande que jamás había visto! Así que se apresuró a sacar el melocotón del río y llevárselo a casa.