Un gallo estaba escarbando en el patio buscando algo que comer, cuando encontró una perla. Entonces pensó:
— Si fuera un joyero quien te encontrara, estaría feliz. Pero para mí una perla no sirve de nada; Sería mucho mejor encontrar algo para comer.
Dejó la perla donde estaba y se fue a buscar algo de comer.La historia del gallo y la perla nos enseña que cada uno de nosotros considera algo precioso según sus propias necesidades.
Habiendo encontrado una perla, el gallo reconoció que, en su lugar, un joyero tendría mucha suerte. Pero para él, gallo, la perla no le servía de nada: lo que realmente necesitaba era comida.
En apenas unas líneas, la historia enseña a los niños que somos seres diferentes con exigencias diferentes.