La anciana penetró en el despacho caminando ágilmente, con paso infantil, alocado y ligero. —Esta…

—Soy fatalista—prosiguió Enrique,—y creo que cuanto el Destino escribió en el libro que rige el…

La abuela Francisca se quitó los gafas, restañó las lágrimas que arrancó de sus ojos…

Era de noche. Nos hallábamos en una espaciosa habitación, con los altos techos envigados según…

—Desengáñate, pobre Gluck, yo no puedo deslumbrarme con las hiperbólicas ofertas de un hombre vulgar……

Los seminaristas llegaron al bosquecillo de cuatro en fondo, y repentinamente, obedeciendo á una voz…

Mariana: treinta y cuatro años; viuda.—Luisa: dieciocho años; soltera. Aparecen sentadas en dos cómodos silloncitos…

El acusado, sentado en el fatal banquillo por donde pasan los que un arrebato de…

La noticia circuló rápidamente por los cafés y las tertulias que cómicos y autores forman…

Norberto Brito fué paladín esforzado de la libertad: defendióla en la prensa, desde la tribuna…