Un carbonero que realizaba su trabajo en su casa, al ver que un batanero se había instalado como vecino, le fue a visitar y le invitó a que fuese a vivir con él, explicándole que tendrían más amistad entre sí y vivirían con menos gasto al habitar en una sola casa. Y el batanero le respondió: «Para mí eso es totalmente imposible, pues lo que yo blanquee, tú lo znarás».

La fábula muestra que no se puede unir lo desigual.