Un hombre pudiente criaba una oca junto con un cisne, no para lo mismo sin embargo. Pues a uno por su canto, a la otra para la mesa. Cuando le llegó la hora a la oca, que por ello había sido criada, era de noche y el momento no permi ó dis nguir una del otro. El cisne, cogido en vez de la oca, cantó una canción como preludio de su muerte y con el canto reveló su naturaleza y evitó la muerte.

La fábula muestra que muchas veces la música produce un aplazamiento de la muerte.